La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

 

 

 

 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

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Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.

Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

 

 

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27 de Junio de 1881

 

EL HEROÍSMO DE LOS CHILENOS Y DEL CAPITÁN ARANEDA RECONOCIDO POR LOS PERUANOS [1]

 

El Diario Oficial de Ayacucho publica en extracto el parte oficial del Jefe don Emilio Fuentes (que es el mismo, según entendemos, que peleó en la torre de la Merced al lado de Gálvez y del artillero chileno Juan Salcedo, quedando mortalmente herido y desfigurado) sobre la heroica acción de Sangra, en que 80 chilenos hicieron frente a 1.000 peruanos.

 

Concretándonos a este significativo hecho de armas y haciendo siempre referencia a las comunicaciones del Jefe superior, continuamos el extracto en la parte que corresponde al oficio pasado a aquel funcionario por el subprefecto de Canta.

 

“Teniéndose noticia el 24 de junio último, por un espía, de que las fuerzas chilenas ocupaban la hacienda Sangra, propiedad del señor Norberto Vento, el señor coronel del mismo nombre fue en demanda de éstas, con el firme propósito de impedir la invasión de la provincia, poniéndose al efecto, a la cabeza de 100 hombres del primer Batallón Canta y 40 paisanos de la localidad.

 

“Enseguida de algunos movimientos preparatorios, el día 25, a las 4.30, dice el jefe oficiante, después del toque de ataque, descendimos instantáneamente sobre la casa de la hacienda, en cuyos alrededores el enemigo se encontraba perfectamente parapetado. Acosado entonces por nuestros fuegos, abandonó sus trincheras, refugiándose en las habitaciones de la casa, por cuyas partes disparaba sin cesar sobre nosotros, obligándonos a incendiar la techumbre, que era de paja, para rendirlo.

 

“De pronto, esto no pudo lograrse, pues que saliendo de esa localidad, continuó, dando por resultado 50 muertos chilenos, dos prisioneros y 48 rifles, sistema Comblain, capturados, competente cantidad de municiones de igual sistema y a más 800 carneros que antes habían tomado los invasores".

 

(Sangra se encuentra a tres leguas de Casapalca, donde existían numerosas fuerzas enemigas, que se aprestaban a socorrer el destacamento destrozado).

 

“Nuestras bajas son cuatro. El alférez Falcon, que el señor coronel Vento puso a mis órdenes como ayudante, ha agregado su nombre al de los valientes más denodados que han sucumbido en la presente contienda.

 

“Están heridos los oficiales Calderón, Patiño y tres soldados, que son atendidos con esmero.

 

“El señor coronel Vento ha dado hoy una prueba de civismo y distinguido valor.

 

“El capitán Zuleta, los tenientes Patiño, Calderón e Icochea; los alféreces Falcon, Espinoza, Vento y Otó, disputándose los puestos más distinguidos, se han hecho acreedores a los más cumplidos elogios.

 

“En cuanto a los individuos de tropa, ha sido su comportamiento tan satisfactorio, que él trae a mi ánimo el convencimiento de que ya nuestros soldados, conociendo sus derechos y deberes, pelean con el animoso entusiasmo de los que se inspiran en el santo amor a la patria".

 

En lo único que el subprefecto de Canta ha cometido un error involuntario, ha sido en la cuenta de sus soldados y lo de los carneros, porque indudablemente éstos no pasarían de 140, y los 800 son los peruanos de Canta, a quienes el bravo Araneda hizo cantar.

 

Y a propósito, preguntamos, ¿de qué manera ha sido recompensada la acción heroica del capitán chileno?

 

La ordenanza dice que es acción heroica en grado eminente, cuando se pierde dos tercios de la fuerza de combate, y esto fue lo que sucedió al denodado capitán del Buin, que, según nuestros informes, no ha recibido todavía el más ligero premio, así como sus valerosos compañeros.

 


 

[1] Ahumada Moreno, Pascual. Tomo V. Páginas 481 - 482

 

 

 

 

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