Don Hilarion Daza nació en Sucre, en 1840, de padres humildes y mestizos. El apellido del padre era Grosoli, posiblemente un emigrante español, pero el hijo adoptó el apellido materno, Daza. Ingresó como voluntario al ejército de los liberales . Su actuación en las revoluciones y conatos militares  pronto atrajo la atención Melgarejo. En 1867 encontramos a Daza como segundo comandante de una expedición por los ríos Pilcomayo y Bermejo.

En enero de 1871 se unió al coronel Juan Granier contra la dictadura de Melgarejo y tuvo destacada actuación cuando al mando de un escuadrón de coraceros pudo controlar a las turbas en La Paz. El Presidente Morales que sucedió a la dictadura lo elevó a Ministro de Guerra cargo que desempeño con gran acierto manteniendo el orden en la capital hasta la muerte de Morales ocurrida en 1872. Fue luego personaje clave en mantener el orden, la justicia y la accesión al poder del sucesor constitucional. Ese mismo año apoyaba la candidatura de Bollivián y a su muerte, tomó la candidatura contra el candidato Salinas que era civilista y los candidatos Oblitas y Vaquéz. La disputa sobre quién era el triunfador la resolvió el propio Daza apoderándose militarmente del gobierno e inaugurando su presidencia el 4 de mayo de 1876

En general, su gobierno fue popular y tuvo menos revoluciones que todos sus antecesores. Pero su gobierno se distinguió por lo bacanales de sus soldados y generales y la corrupción que incluyó ventas de terrenos públicos cuyos dinero se apropió. Gran favorecidos resultaron los oficiales y soldados del Regimiento Colorados en los que descansaba su poder en el gobierno. Con las finanzas en bancarrota, trató de aumentar sus ingresos elevando los impuestos al salitre lo que provocó la Guerra con Chile. Al comenzar la contienda el 1° de marzo de 1879, marchó a la cabeza de sus tropas dejando el gobierno a cargo del Ministro de Relaciones Exteriores. Señor Guerra. A la cabeza de 4000 soldados llegó a Tacna el 30 de abril y al poco tiempo probó ser un incapaz y cobarde. Envió dos batallones al mando del coronel Villamil a Pisagua cuyos restos, después del sangriento desembarco de los chilenos en ese puerto, se unieron al ejército peruano.

El grueso de la tropa de Daza debía marchar al sur y reforzar esas tropas desde Arica, amenazando con esa fuerza al ejército chileno en Tarapacá para luego atacarlo entre dos fuegos. El 11 de noviembre salió de Arica, después de 15 millas de marcha descansó en caleta Vitor y continuó hasta la quebrada de Camarones desde donde regresó a Arica. Esta decisión ha sido considerada como una traición por muchos historiadores bolivianos y peruanos ya que abandonó a su suerte al ejército aliado en Tarapacá que fue batido en San Francisco. Trató de culpar a sus oficiales pero sus propios soldados deseaban fusilarlo cuando retornó a Tacna. El 27 de diciembre bajó por tren a Arica supuestamente a conferenciar con Montero y allí se enteró que sus soldados lo habían depuesto. Se dirigió por otros caminos en dirección a La Paz pero al llegar a Arequipa se enteró que una revolución lo había depuesto también en la capital. Los peruanos ansiosos de sacárselo de encima, le facilitaron los medios para viajar a París. Volvió del exilio en 1894 y fue asesinado.

*Información proporcionada por don Carlos López Urrutia