La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

 

 

 

 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

*Biblioteca Virtual       *La Guerra en Fotos          *Museos       *Reliquias            *CONTACTO                              Por Mauricio Pelayo González

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Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.

Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

 

 

     Condecoraciones

 

 

Las tropas chilenas ya estaban en posesión de Moquegua.

La noche del 21 de marzo de 1880 comenzó la avanzada de las tropas chilenas a preparar el asalto a las fortificaciones peruanas ubicadas en la cima de los Ángeles. Los centinelas reciben disparos desde los cerros como primera escaramuza de un inminente encuentro.

El comandante Martínez, del Atacama, esa misma noche recibe instrucciones para tomar por asalto las posiciones enemigas de los Ángeles y Torata. El camino que conduce a Torata culebrea por la pendiente mas suave del cerro y después de varias vueltas para seguir por un camino de sólidas pircas que corona la cima y desciende enseguida por el costado opuesto a la quebrada de los Arrastrados.

En los Arrastrados se encuentran los batallones peruanos Grau, Canchis, Canas, Granaderos del Cuzco, Columna de gendarmes  y algo de caballería. El coronel Agustín Gamero, que estaba al mando de las tropas peruanas envió a sus Granaderos a la izquierda mirando hacia Moquegua y al batallón Vengadores de Grau (también llamados los Inmortales de Grau) a la cuesta de Los Ángeles.                                 

El plan de ataque chileno consistía en que el Atacama debía escalar el cerro por la derecha del enemigo antes del amanecer para no ser sorprendidos por él. El 2º de Línea y el Santiago debían atacar al amanecer a los peruanos ubicados en Quilin-Quilin y la artillería debía bombardear las trincheras de los Ángeles desde el alto de la villa tan pronto como el Atacama diera una señal de haber llegado a la cumbre.

La medianoche del 21 de marzo las tropas chilenas comenzaron su plan.

El Atacama con palos y bayonetas al mando del teniente Rafael Torreblanca llegan al pie del cerro que debían escalar, cuando fueron sorprendidos por una descarga de fuego a sus espaldas. Las razones de este tiroteo era que una avanzada peruana, en una acción temeraria, se habían deslizado sin ser sentidos por los chilenos hasta un potrero, apoderándose de la caballería chilena, siendo finalmente repelidos por los centinelas, los cuales no pudieron evitar la perdida de algunos caballos, la muerte de 4 cazadores y 3 atacameños heridos.

Mientras el Atacama escalaba, el 2º de Línea rompió fuego sobre Quilin-Quilin. Torreblanca y sus hombres alcanzaban ya la cima a las 6:15 AM del día 22 descolgándose como una avalancha sobre las trincheras enemigas, tomándolos totalmente desprevenidos y obligándoles a huir.

Una bandera chilena ya era izada por el oficial copiapino, siendo la señal a la artillería de cese al fuego, para evitar que cayera sobre los atacameños.

En Quilin-Quilin se batía aun el 2º de Línea y el Santiago, pero los fugados de los Ángeles correteados por los mineros, llevaron el espanto al resto de las tropas peruanas que se veían rodeados, por lo cual se vieron en la obligación de abandonar sus puestos huyendo del campo de batalla.

Quince minutos después la batalla había terminado, los chilenos eran dueños de los Ángeles y el general Baquedano con sus cazadores emprendió la persecución de los enemigos.


 

 

 

 

 

 

Los Mutilados

 

 

 

 

Monumentos



 

 

Viña Corral Victoria ;  Una Viña Patriota

 

 

 

 

 

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