
Cuando a tu paso tropieces
con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL
79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.
Juan 2º Meyerholz,
Veterano del 79
Condecoraciones
 |
Nació en la ciudad de Osorno, el 18 de abril de
1837. Fue hijo del sargento mayor José Ramírez -capitán de la
Independencia- y de Marcelina Molina. Al igual que su padre y su abuelo
materno, siguió la carrera de las armas. A la edad de 18 años se
incorporó a los gendarmes de línea, futuro Batallón Regular de
Infantería No. 5, del cual fue ayudante mayor en 1858.Participó en los
enfrentamientos de la Revolución de 1859, encontrándose en el Sitio de
Talca, ciudad que había sido levantada por los insurrectos (15 de enero
de 1859) dirigidos por José Ramón Vallejos, designado intendente.
Eleuterio Ramírez acompañó a las fuerzas del general García que lograron
evacuar esa ciudad el 22 de febrero, después de un largo sitio, sin
llegar al combate.
Prendida la insurrección en el Norte, bajo el liderazgo de Pedro León
Gallo -dueño de la ciudad de La Serena luego de la derrota oficialista
en la quebrada de Los Loros-, Eleuterio Ramírez formó parte de Ejército
que dirigido por el general Vidaurre Leal, derrotó ampliamente a los
sublevados en la Batalla de Cerro Grande, el 29 de abril de 1859.
Nuevas campañas militares: Arauco y España
Una vez restablecida la normalidad en el país, Eleuterio Ramírez fue
ascendido a capitán, grado que tenía cuando participó en la campaña de
pacificación de La Araucanía, entre 1860 y 1868.
Durante la guerra con España, también le cupo un importante desempeño en
el Combate de Caldera.
En 1872 ascendió al grado de teniente coronel y continuó sirviendo
activamente en las campañas de pacificación de La Araucanía, donde
alcanzó una gran experiencia militar.
En la Guerra del Pacífico
Cuando comenzó la Guerra del Pacífico, Eleuterio Ramírez era comandante
del Regimiento de Infantería 2o. de Línea. Rápidamente se incorporó a
las operaciones en la zona norte. Se embarcó el 20 de febrero de 1879 y
el día 23 de marzo, estuvo junto a las fuerzas o comandando otras
fuerzas a Emilio Sotomayor, que derrotaron a los bolivianos comandados
por Ladislao Cabrera. Fue el Combate de Calama, el primer encuentro de
la Guerra del Pacífico, que dejó esta aldea en manos chilenas.
Luego del triunfo chileno en la primera campaña marítima -con lo cual
Chile pasó a controlar Iquique- comenzó la campaña terrestre en
Tarapacá, cuyo objetivo, entre otros, fue reconocer la situación y
número de las fuerzas enemigas en esa zona.
Su último destino
El 2 de noviembre de 1879 se produjo el desembarco de las fuerzas
chilenas en Pisagua, y dos semanas después, la Batalla de Dolores (19 de
noviembre), mediante la cual las tropas peruano-bolivianas que se
concentraban en la quebrada de Tarapacá se dispersaron.
La operación que terminaría en la Batalla de Tarapacá fue encargada por
el general Escala a su jefe de estado mayor, el coronel Luis Arteaga,
quien llegó a Isluga con 2.300 hombres, sin agua, víveres, ni
municiones.
Arteaga dividió a sus fuerzas en tres columnas. Una al mando del
teniente coronel Ricardo Santa Cruz; otra, a cargo del teniente coronel
Eleuterio Ramírez, con 900 hombres; y la tercera, dirigida por el mismo
Arteaga.
La Batalla de Tarapacá
El 27 de noviembre de 1879 las tropas aliadas y chilenas se encontraron
cara a cara. Los chilenos eran aproximadamente 2.278, contra 6.000
aliados. La contienda duró todo el día.
Las fuerzas nacionales estaban rodeadas y debieron luchar en los cerros
y en el valle, donde se encontraba Eleuterio Ramírez. Lograron desplazar
al enemigo hacia la Cuesta Visagra, donde se produjo otra serie de
enfrentamientos. Los militares chilenos se refugiaron, y al mando de
Ramírez avanzaron a descarga cerrada contra los enemigos. La
señalización del área le valió una bala a Ramírez en la muñeca.
Debido a la escasez de municiones, los chilenos tuvieron que retirarse a
unas casas que había en la cuesta. A las 4:30 horas Eleuterio Ramírez
dio la última orden de ataque con bayoneta a las fuerzas que comandaba:
algo más de 200 hombres hambrientos, semidesnudos y exhaustos, que pese
a todo se lanzaron contra el enemigo, logrando abrirse paso.
Ramírez ordenó la retirada después de ser herido por dos balas, una le
dio en el pecho y otra en el muslo derecho. Herido de muerte, se preparó
para la defensa, parapetado en una de las casas de la cuesta, y para
abrir fuego con su revólver; doce balas, de 14, dieron en el enemigo.
Finalmente, una tercera bala que dio en el oficial chileno, le significó
la muerte. Junto a él murieron sus últimos 25 soldados.
Una hazaña
La hazaña de los oficiales chilenos en Tarapacá, permitió una victoria
impensada. Chile se adueñó de la región, mientras las fuerzas enemigas
partieron rumbo a Pachica, con 66 prisioneros y el estandarte del 2o. de
línea que había comandado Ramírez, capturado en la refriega.
La Campaña de Tarapacá tuvo un hondo efecto en la población. La valentía
demostrada por Eleuterio Ramírez en el combate, lo llevó a la cúspide
del heroismo, siendo recordado con el apodo de León de Tarapacá.
Fue elevado a la categoría de héroe nacional el 11 de diciembre de 1927,
cuando con la asistencia del Presidente de la República Carlos Ibáñez
del Campo, se inauguró el monumento a su memoria en la ciudad de Osorno.
Fuente: Cristián Guerrero Lira, Fernando Ramírez
Morales e Isabel Torres Dujisin.
http://www.biografiadechile.cl
|

Los Mutilados

Monumentos
 |